[The role of legumes in the sustainability of Mediterranean agriculture: illusion or reality] | El papel de las leguminosas en la sostenibilidad de la agricultura mediterránea: ilusión o realidad

الأسبانية؛ قشتالية. Las leguminosas tienen un gran potencial para suministrar una parte significativa del N requerido por la moderna agricultura y proporcionar sostenibilidad a los sistemas agrícolas. Uno de los principales desafíos de la investigación es desarrollar sistemas de manejo económicamente viables que realcen estos objetivos. El uso de las leguminosas y de las rotaciones de cultivo ha sido históricamente un componente importante de muchos sistemas agrícolas y una práctica habitual mediante la cual el N fijado era añadido al ecosistema suelo-planta. Con el advenimiento de la agricultura química, y la mecanización, junto con los programas gubernamentales de subvenciones a la producción, en los últimos 50 años, la diversificación de los cultivos ha sido reemplazada con frecuencia por el monocultivo, que depende fuertemente de los inputs adquiridos, donde, además, la producción animal implicada es escasa. Por esta razón, la utilización de leguminosas y de las rotaciones ha decrecido considerablemente en los sistemas de cultivo. La larga historia de la agricultura en el Mediterráneo ha tenido efectos particularmente evidentes en el medio ambiente, perturbando los ecosistemas de la región, de forma más intensa en los últimos años. Sin embargo, en muchos aspectos, los sistemas agrícolas mediterráneos están más próximos al objetivo de bajos inputs que pretende la agricultura sostenible, respecto a los sistemas intensivos propios de los climas templados del norte y centro Europa, aunque acusan el impacto negativo de las políticas agrícolas y de las fuerzas del mercado, que realmente no favorecen la consecución de tales objetivos. La aplicación de la PAC no ha contribuido a implantar en el Mediterráneo sistemas agrícolas que puedan ser considerados como sostenibles. La cuenca mediterránea es el centro de origen y el área de diversificación y dispersión de un gran número de leguminosas grano, y también de importantes leguminosas forrajeras. Importantes regiones agrícolas del mundo se han beneficiado de los recursos genéticos mediterráneos de leguminosas, adaptando y seleccionando este material vegetal con gran éxito. El sur y el oeste de Australia es un ejemplo excepcional. Sin embargo, la región mediterránea no ha aprovechado bien los recursos propios de leguminosas adaptadas naturalmente a sus condiciones ecológicas. Muchas especies se encuentras en vías de desaparición y otras se mantienen lánguidamente, incluso su cultivo muestra una tendencia regresiva en los últimos años. Ha faltado investigación sistemática e interés económico al no ser cultivos rentables bajo el modelo de agricultura intensiva y subvencionada que ha predominado en los últimos decenios.