Control de malezas en trigo, cebada y avena | Boletín Divulgativo no. 89
1977
Gabela A., Francisco
Los cultivos de trigo, cebada y avena despues de una buena preparacion de suelos, no requieren de labores culturales, reduciendose estas a la eliminacion de malas hierbas. Las malezas restan espacio, luz, agua, y nutrientes, disminuyen los rendimientos merman la calidad del producto y dificultan la cosecha. La rotacion de cultivos interrumpe los ciclos vegetativos de las malezas. El herbicida 2,4-D Ester se aplica de la siguiente manera: para zonas altas y frias se realiza al macollamiento, en concentraciones de 360 g/l en dosis de 2,8 l/ha o 186 cc en bomba de 20 l, en 400 g/l 2,5 l/ha o 165 cc/20 l, en 480 g/l 2,0 l/ha o 135 cc/20 l, en 720 g/l 1,5 l/ha o 100 cc/20 l. El herbicida 2,4-D Amina, para zonas bajas o calidas, aplicado al macollamiento en concentraciones de 360 g/l en dosis de 4,2 l/ha o 270 cc/20 l, en 400 g/l 3,8 l/ha o 250 cc/20 l, en 480 g/l en dosis de 3 l/ha o 200 cc/20 l, y en 720 g/l 2,0 l/ha o 135 cc/20 l. Con los herbicidas mencionados se controla el nabo, rabano, lengua de vaca, etc. Con Igran 80 por ciento en dosis de 1,6 kg/ha o 3,5 g/20 l aplicado en la preemergencia (a la siembra) se controla malezas de hoja ancha y delgada, se lo usa para zonas superiores a 2800 msnm en suelos medianamente pesados a pesados.
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