Estudio de la utilización de los edulcorantes en la industria alimentaria. Repercusiones sobre la salud

Existe una creciente conciencia en la sociedad sobre la necesidad de reducir la ingesta de azúcares simples debido a su asociación con la posibilidad de padecer distintas enfermedades. Para abordar este problema, se introdujeron en el mercado gran cantidad de productos con edulcorantes acalóricos. Los edulcorantes pueden afectar la calidad de los alimentos al modificar sus propiedades organolépticas y su valor nutricional. Distintos reglamentos, como el Reglamento (CE) Nº 1333/2008, el Reglamento (UE) Nº 1129/2011 y el Reglamento (CE) Nº 1924/2006, establecen procedimientos de autorización comunes para aditivos, enzimas y aromas alimentarios, y regulan las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos. La EFSA realiza las evaluaciones de riesgo y proporciona asesoramiento científico sobre los edulcorantes utilizados como aditivos alimentarios. En España, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) sigue las directrices establecidas por la EFSA y recomienda que el consumo de edulcorantes se sitúe dentro de los límites legales, así como controla que el etiquetado sea adecuado en los alimentos. A lo largo de este trabajo, se analizan los distintos tipos de edulcorantes, así como diversos estudios que se realizaron con el objetivo de conocer cuál es realmente la repercusión de los edulcorantes sobre la salud. Llama la atención cómo en estudios realizados hace décadas, varios edulcorantes se consideraban óptimos para prevenir y combatir enfermedades como la obesidad o la diabetes y actualmente existen grandes dudas sobre si realmente estos mismos podrían, incluso, llegar a ser perjudiciales para la salud. En el año 2023, la Organización Mundial de la Salud ha desaconsejado el consumo de edulcorantes acalóricos a pacientes que traten de regular el peso corporal. Por otro lado, se realiza un estudio de los productos del mercado español que más emplean edulcorantes, analizando qué edulcorantes son los que utiliza cada marca y en qué proporciones. Como resultado se encontró que el acesulfamo K es uno de los edulcorantes más utilizados en la industria alimentaria para la producción de refrescos, lácteos fermentados, cereales, caramelos y chicles. Asimismo, se encontró que la estevia es de uso común en la elaboración de salsas y pastas, que el maltitol es de uso habitual en la producción de productos de repostería y helados y que la sucralosa es utilizada en la producción de mermeladas. A la vista de lo encontrado se puede concluir que aún existe desconocimiento de los posibles efectos metabólicos que los edulcorantes pueden provocar en el organismo a largo plazo, por lo que defender su uso con una base científica puede resultar complicado, por lo que podemos determinar que es necesario realizar más estudios que permitan identificar más a largo plazo el posible efecto de los edulcorantes sobre la salud. ABSTRACT There is a growing awareness in society about the need to reduce the consumption of simple sugars due to their association with the risk of various diseases. To address this issue, a large number of products with non-caloric sweeteners were introduced into the market. Sweeteners can affect the quality of foods by modifying their organoleptic properties and nutritional value. Various regulations, such as Regulation (EC) Nº. 1333/2008, Regulation (EU) Nº. 1129/2011, and Regulation (EC) Nº. 1924/2006, establish common authorization procedures for food additives, enzymes, and flavorings, and regulate nutritional and health claims on food products. The EFSA conducts risk assessments and provides scientific advice on sweeteners used as food additives. In Spain, the Spanish Agency for Food Safety and Nutrition (AESAN) follows the guidelines established by the EFSA and recommends that the consumption of sweeteners be within legal limits, while also ensuring proper labeling on food products. Throughout this work, different types of sweeteners are analyzed, as well as various studies that were conducted to understand the real impact of sweeteners on health. It is striking how in studies conducted decades ago, several sweeteners were considered optimal for preventing and combating diseases such as obesity or diabetes, and currently, there are significant doubts about whether these same sweeteners could even be harmful to health. In 2023, the World Health Organization has advised against the consumption of non-caloric sweeteners for patients attempting to regulate body weight. A study is conducted on the Spanish market products that usually use sweeteners, analyzing which sweeteners each brand uses and in what proportions. As a result, it was found that acesulfame K is one of the most commonly used sweeteners in the food industry for the production of soft drinks, fermented dairy products, cereals, candies, and chewing gums. Additionally, it was found that stevia is commonly used in the preparation of sauces and pastes, maltitol is regularly used in the production of bakery products and ice creams, and sucralose is used in the production of jams. Based on the findings, it can be concluded that there is still a lack of understanding regarding the potential long-term metabolic effects that sweeteners may have on the body. Defending their use with a scientific basis can be challenging, indicating the need for further studies to identify the potential long-term effects of sweeteners on health.