Informe del GTM: equipos autónomos para la limpieza del aire y sensores para el control de la transmisión de SARS-CoV-2 por aerosoles
2021
Ordovás, José M. | Esteban, Mariano | García-Retamero, Rocío | González López Valcárcel, Beatriz | Gordaliza, Alfonso | Inzitari, Marco | Jordano, Pedro | Lecuona, Itziar de | Lechuga, Laura M. | López de Mántaras, Ramón | Molero, José | Portela, Agustín | Puga, Diego | Ramasco, José J. | Sánchez-Madrid, Francisco | Valencia, Alfonso | Grupo de Trabajo Multidisciplinar (GTM) | Ruiz de Adana, Manuel | Jiménez, Elena | Jiménez, José Luis | Minguillón, María Cruz | Ballester, Javier | Querol, Xavier
Informe elaborado por Manuel Ruiz de Adana (U. de Córdoba), Elena Jiménez (U. de Castilla-La Mancha), José Luis Jiménez (U. of Colorado), María Cruz Minguillón (CSIC), Javier Ballester (U. de Zaragoza) y Xavier Querol (CSIC), con la colaboración del GTM. El Grupo de Trabajo Multidisciplinar (GTM) asesora y apoya al Ministerio de Ciencia e Innovación en materias científicas relacionadas con la COVID-19 y sus consecuencias futuras. El GTM está compuesto por: José M. Ordovás (Presidente), Mariano Esteban, Rocío García-Retamero, Beatriz González López-Valcárcel, Alfonso Gordaliza, Marco Inzitari, Pedro Jordano, Itziar de Lecuona, Laura M. Lechuga, Ramón López de Mántaras, José Molero, Agustín Portela, Diego Puga, José Javier Ramasco, Francisco Sánchez Madrid y Alfonso Valencia. Enric Banda actúa como observador, y María Sol Serrano Alonso como secretaria. Todos los componentes del GTM colaboran de forma desinteresada con el Ministerio de Ciencia e Innovación.
Mostrar más [+] Menos [-]Para minimizar el riesgo de contagio hay que reducir la cantidad de virus presente en el aire, o potencialmente presente. Debido a la posible presencia de personas no solo infectadas sino también pre-sintomáticas, asintomáticas u oligosintomáticas, se debe actuar como si todas las personas fueran potencialmente infecciosas. El objetivo, por tanto, es reducir al máximo la cantidad de aerosoles exhalados por las personas que se encuentran en un espacio con el aire compartido y que otras personas puedan respirar. Esto se puede conseguir fundamentalmente de dos formas: a) reemplazando el aire interior por aire exterior, mediante ventilación natural o mecánica; b) filtrando el aire, mediante equipos autónomos (los denominados limpiadores de aire) o mediante filtros en el sistema central de aire acondicionado. La filtración es el sistema más eficaz y sin efectos secundarios para la eliminación de virus presentes en el aire. El uso de ultravioleta germicida (UV) es un sistema eficaz, pero el diseño, la instalación y el mantenimiento de esta tecnología son complejos. Si se usan sistemas de UV, se deben instalar en el techo, donde son más eficaces que en los conductos. El uso de otras tecnologías que inactivan al virus a través de reacciones químicas genera (o puede generar, salvo que se demuestre lo contrario) compuestos peligrosos para la salud y nanopartículas, que solo se pueden detectar con instrumentación muy avanzada disponible en pocos laboratorios académicos en España. Los fabricantes de estas tecnologías suelen afirmar que no generan subproductos, cuando es muy probable que sí lo hagan, aunque no sean capaces de detectarlos en este momento dada la limitación de los equipos que utilizan para ello. No es recomendable emplear la dispersión de desinfectantes en el aire, como ozono, peróxido de hidrógeno, ácido hipocloroso o alcohol. Las mismas reacciones químicas de estos desinfectantes con las biomoléculas del virus se producen también con las biomoléculas de nuestro aparato respiratorio, ojos, etc. Por ello, estos sistemas tienen efectos negativos comprobados o potenciales sobre la salud humana y deben evitarse por el principio de precaución.
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Este registro bibliográfico ha sido proporcionado por Estación Biológica de Doñana