El Agua y la evolución del caudal del Río Leza
2024
Lasanta Martínez, Teodoro | Zabalza-Martínez, Javier | Nadal-Romero, Estela | Agencia Estatal de Investigación (España) | Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (España) | European Commission | Lasanta Martínez, Teodoro [0000-0002-9658-8069] | Zabalza-Martínez, Javier [0000-0002-0215-6186] | Nadal-Romero, Estela [0000-0002-4651-7828]
Desde siempre, junto a los manantiales, arroyos y ríos se localizaron (lo siguen haciendo) las aldeas, pueblos y ciudades aprovechando un espacio propicio para el cultivo de alimentos y gracias al regadío, es determinante para dibujar en el territorio las grandes áreas productoras de alimentos y manufacturas, así como las más extensas y pobladas aglomeraciones urbanas. Una rápida ojeada a la organización espacial de las actividades humanas muestra la importancia del agua en la concentración de la riqueza y de desarrollo, en la calidad de vida, e incluso en la distribución de muchos de los espacios naturales de mayor atractivo y valor ecológico. El agua es un recurso repartido desigualmente. En ambientes mediterráneos, al contrario que en ambientes oceánicos y tropicales, es un bien escaso, e irregularmente distribuido en el espacio y en el tiempo. Es en las montañas donde llueve más y se genera el recurso, con el que hay que abastecer a las tierras llanas próximas, de características climáticas subhúmedas o semiáridas. Por ello, en el mundo mediterráneo las montañas son “islotes de humedad”. En ellas se genera la mayor parte del caudal de los ríos. Por el contrario, las áreas llanas apenas producen recursos hídricos, apenas aportan agua a los ríos. Pero son grandes consumidoras de agua (usos urbanos, industriales y agrarios), lo que genera fuertes desequilibrios territoriales y no pocas tensiones sociales y políticas. Junto al desequilibrio espacial señalado hay que añadir el desigual reparto temporal de la lluvia. El clima mediterráneo se caracteriza por la marcada estacionalidad de las precipitaciones, con estaciones secas (verano e invierno, habitualmente) y húmedas (otoño y primavera) muy contrastadas, lo que hace que los ríos de vez en cuando presenten fuertes avenidas, con efectos frecuentemente devastadores, y la mayor parte del tiempo agonicen. Este hecho plantea importantes limitaciones para el aprovechamiento del recurso agua, lo que exige complejos sistemas de gestión, incluyendo la construcción de embalses o pantanos, para garantizar el abastecimiento de las áreas llanas. El agua – como se ha dicho - es un recurso escaso en áreas mediterráneas, y cada vez lo es más. Los caudales de los ríos son progresivamente más exiguos. El río Leza es un buen ejemplo, como vemos a continuación.
Mostrar más [+] Menos [-]Proyecto MOUNTWATER (TED 2021-131982B-100 MCIN/AEI/10.13039/501100011033) financiado por el MICCN y NextGeneration EU/PRTR
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Este registro bibliográfico ha sido proporcionado por Instituto Pirenaico de Ecología